Durante siglos, los habitantes de Teotihuacán han dejado muchas preguntas sin respuesta. ¿Quiénes eran estas personas? ¿Cómo crearon su impresionante ciudad? ¿Y qué pasó con ellos? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes sobre esta antigua civilización. Para entender mejor quiénes eran estas personas, hay que tener en cuenta una serie de características que se han identificado como resultado de las excavaciones en la ciudad y del análisis de sus restos.
Los teotihuacanos tenían un alto nivel de educación
Lo primero que destaca es el gran nivel de educación de los habitantes de Teotihuacan. Durante las excavaciones en el sitio, los arqueólogos encontraron que la mayoría de las casas tenían una habitación dedicada a la lectura y la escritura. Además, muchos pozos y edificios públicos también contaban con estas instalaciones. Esto hace suponer que todos los habitantes de Teotihuacan, y no sólo unos pocos, sabían leer y escribir. Los habitantes de Teotihuacan tenían su propio sistema de escritura, que ha sido descifrado gracias al descubrimiento de murales en el Templo de la Serpiente Emplumada. En estos murales se ve claramente cómo los teotihuacanos escribían su lengua. Estos símbolos se han convertido en la base para descifrar un sistema de escritura que nadie había podido entender hasta ahora.
Teotihuacan tenía una infraestructura bien desarrollada
Otra de las características más interesantes de Teotihuacan es su desarrollada infraestructura. Esto se ve en el diseño de la ciudad, que se basa en un plan de cuadrícula. También se extiende al suministro de agua y al drenaje. Teotihuacan contaba con una extensa red de canales y acueductos. Los arqueólogos han descubierto que llevaban el agua desde la periferia de la ciudad hasta el centro urbano. Se calcula que los canales y acueductos transportaban suficiente agua para regar los cultivos de gran parte del valle. Asimismo, la ciudad contaba con un sistema de alcantarillado. Se cree que los canales llevaban tanto el agua como los desechos humanos a las acequias que se encontraban fuera de la ciudad. Esta infraestructura también se ha encontrado en las zonas residenciales de la ciudad.
La ciudad estaba densamente poblada
Otro rasgo interesante de Teotihuacan es que estaba densamente poblada. Según las estimaciones, la ciudad pudo albergar entre 100.000 y 200.000 habitantes en el momento de su esplendor. Esta alta densidad de población es consecuencia del diseño urbano de la ciudad, que aprovechaba al máximo el espacio disponible. Esto se pone de manifiesto en la construcción de las pirámides y los edificios residenciales. Las pirámides se situaron en el centro de la ciudad, formando un cuadrado de casi 10 km. Esta plaza está rodeada por una amplia carretera que se llama la Avenida de los Muertos. Se estima que esta vía se utilizaba para celebrar procesiones y rituales religiosos. Las pirámides del centro de la ciudad son las que más atención han recibido. Sin embargo, los aspectos más interesantes de la arqueología teotihuacana se han encontrado en las zonas residenciales.
Teotihuacan tenía su propio sistema de escritura
Como hemos visto, los teotihuacanos tenían su propio sistema de escritura gracias al cual dejaron información escrita. Más concretamente, este sistema de escritura se denomina “sistema ideográfico de la lengua indeterminada del Lugar de los Dioses”, que es una forma de decir el sistema de escritura de Teotihuacan. Este sistema utiliza símbolos para representar ideas, no sonidos o sílabas como en nuestro alfabeto. En este sistema de escritura, cada símbolo tiene un significado. Esto significa que el orden en que aparecen los símbolos no transmite ningún sentido. Por eso ha sido difícil descifrarlo desde que se descubrió. Esto se ha visto dificultado por el hecho de que existen muy pocas muestras de este sistema de escritura. Las piezas más famosas de este sistema de escritura son los murales del Templo de la Serpiente Emplumada.
Los habitantes de Teotihuacan eran artesanos y comerciantes
Teotihuacan muestra que sus habitantes eran tanto artesanos como comerciantes. Los habitantes de Teotihuacan eran hábiles constructores. Construyeron impresionantes pirámides y hermosos templos. También construyeron grandes complejos residenciales, que se utilizaban como viviendas, centros administrativos y lugares de culto. La ciudad también tenía sus propios acueductos, canales y un sistema de alcantarillado. Además de construir, los habitantes de Teotihuacan eran también hábiles artesanos. Los arqueólogos han descubierto que fabricaban muchos tipos de objetos, como cerámica, esculturas y joyas. Otra cosa que destaca de los habitantes de Teotihuacan es su red comercial. Esto se puede ver en el descubrimiento de muchos artefactos de otras culturas en Teotihuacan. Esto ha llevado a muchos arqueólogos a creer que los teotihuacanos eran grandes comerciantes.
El fin de la civilización teotihuacana es aún desconocido
Uno de los misterios que rodean a Teotihuacan es la fecha exacta de su declive. En el caso de algunas civilizaciones, sabemos exactamente cuándo desaparecieron, pero no es el caso de Teotihuacan. La teoría más aceptada es que el declive de la ciudad coincide con la caída de la ciudad vecina de Tikal, pero poco se sabe a ciencia cierta. Algunos arqueólogos creen que la decadencia de Teotihuacán fue causada por una invasión desde el norte. Se cree que pueblos nómadas procedentes de los desiertos llegaron a Teotihuacan, provocando el declive de la ciudad. Otros investigadores sugieren que los habitantes de Teotihuacan no fueron capaces de mantener la ciudad y no pudieron alimentar a la población.
Conclusión
La antigua ciudad de Teotihuacán fue una impresionante hazaña de ingeniería y arquitectura. Demuestra que sus habitantes eran hábiles constructores y artesanos. La ciudad también es importante por su sistema de escritura, que ha permitido a los expertos descifrar el lenguaje de los teotihuacanos. Aunque todavía se desconoce mucho sobre los teotihuacanos, cada nuevo descubrimiento nos ayuda a comprender mejor esta antigua civilización. Esto es importante porque nos permite aprender de sus aciertos y errores con la esperanza de evitar su destino.